Blockchain y el Euro Digital: ¿Avance Tecnológico o Nueva Herramienta de Control?
Vamos a ver, dijo un ciego...
Llevamos años oyendo hablar de blockchain, criptomonedas, descentralización y, ahora, lo que nos viene es el euro digital. Y claro, con todo esto uno se pregunta: ¿esto es el futuro o solo es el mismo perro con distinto collar?
Spoiler: depende de a quién le preguntes.
¿Qué es eso del euro digital?
El euro digital es básicamente la versión virtual del dinero que tienes ahora en la cartera. Pero con una diferencia importante: este lo gestiona directamente el Banco Central Europeo (BCE), sin necesidad de que un banco te lo “guarde”. y cuidado, que a finalies de año tienen planeado implementar esta maravilla...
Suena cómodo, ¿no? Hasta aquí todo parece perfecto, pero ojo, que hay más.
Dicen que no será dinero programable (o sea, que no te van a limitar dónde puedes gastarlo). Pero luego lees a gigantes como Indra hablando de pagos automáticos y contratos inteligentes y te das cuenta de que quizá, solo quizá, estamos a un par de actualizaciones de que ese dinero empiece a comportarse de forma... “inteligente”.
¿Coincidencia? Lo dudo.
¿Dónde está el truco?
Mira, el euro digital no es como el Bitcoin o el Ethereum. Las criptos nacieron para descentralizar, para que nadie pudiera meter mano en tu dinero.
El euro digital es, precisamente, lo contrario: centralizado, controlado, registrado y trazable.
¿Y por qué eso debería importarte?
Porque hablamos de algo más que tecnología. Hablamos de quién puede ver, controlar y, llegado el caso, restringir tus movimientos financieros.
Esto no es paranoia, es una posibilidad real que se discute en los despachos donde se deciden estas cosas.
¿Beneficios? Los hay, pero con letra pequeña.
- Pagos más rápidos y eficientes: sí, esto parece claro.
- Más inclusión financiera: podrías tener acceso al euro digital sin pasar por un banco tradicional.
- Autonomía europea: evitar depender de criptos privadas o de monedas digitales de otros países.
Todo suena bien, pero como siempre, la clave está en los detalles:
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¿Qué pasa si un día el sistema decide que has alcanzado tu límite de euros digitales?
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¿O si mañana te bloquean tu wallet por estar en una lista negra que ni sabías que existía?
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¿Y la huella de carbono? (Esto tiene chicha para otro post)
El verdadero debate aquí es privacidad versus eficiencia.
Porque tener pagos más rápidos a cambio de que el gobierno pueda saber en qué te gastaste hasta el último céntimo (y en qué te lo puedes gastar)... no sé tú, pero a mí me chirría.
Ejemplos concretos de control podrían ser dinero programable que caduca si no lo gastas en un plazo de, por ejemplo, seis meses. O que solo puedas utilizar cierta cantidad para productos específicos aprobados por las autoridades. Incluso podrían establecer límites individuales de consumo en función de criterios como la huella de carbono o tu "comportamiento financiero responsable". Todo esto ya se está probando en modelos teóricos y pilotos internacionales.
Mola, ¿verdad?
¿Conclusión? Piénsalo bien.
No te digo que te pongas el gorro de papel de aluminio. Solo que **no te tragues el mensaje oficial sin hacerte preguntas.** Yo ya no me fio nada de lo que venga de lo oficial, ni mucho menos que velen por tí. Únicamente me han demostrado lo contrario...
La tecnología, como siempre, no es ni buena ni mala. Todo depende de quién la controla y con qué intención...y ya sabes quienes están detrás.
El euro digital quieren que sea el futuro, de Europa, ya que en EEUU han prohibido cualquier tipo de moneda digital emitido por bancos. Me da en la nariz que puede ser la mayor herramienta de control financiero jamás diseñada.
Así que, por si las moscas, no sueltes aún tus billetes de toda la vida. Yo pago en efectivo simepre que se puede...